Uno de los regalos más bellos que hacen los hijos cuando nacen, es que le permiten a sus padres volver a ser niños.
Pero debes saber, querida mamá, que recordar esas vivencias de tu infancia no es sólo una forma de redescubrir tus emociones, sino que también puede ser un importante mecanismo para ayudarle a tu bebé a convertirse en una personita sana, inteligente y equilibrada. Sí, el juego es una de las principales herramientas que tienes para enseñarle muchas cosas que serán vitales para su desarrollo.
El primer, y más importante efecto del juego, está en el campo de los sentimientos y las emociones. A través del juego, tu bebé recibe tu amor, que es el lenguaje que lo alimenta emocionalmente. El contacto contigo a partir de la lúdica le hará sentir que es amado y que está protegido, lo que le dará seguridad y lo hará sentirse tranquilo. Desde los primeros días de vida el juego es la mejor forma de generar buenos valores y fortalezas en la personalidad de tu bebé. En la medida en que vaya creciendo, verás cómo el juego le enseña conceptos como el compañerismo, la solidaridad y el respeto por los demás.
Pero ese no es el único beneficio. La estimulación temprana a través del juego le ayudará a tu bebé a conocer su cuerpo y a expresarse a través de él.
Jugar te permitirá enseñarle cuáles son, cómo funcionan y para qué le sirven las manos, los pies, el cuello, la cabeza, el tronco y las demás partes de su cuerpo, así como el uso de los sentidos de la vista, el olfato, el oído, el gusto y el tacto.
De estas lecciones básicas de la vida, tu bebé pasará luego a aprender a través del juego cómo gatear, caminar, saltar o correr. Recuerda que un niño con buena motricidad será un adulto sin dificultades para realizar actividades como la coordinación, lateralidad, el movimiento y la ejecución de actividades simultáneas.
El tercer factor benéfico asociado al juego es el mejoramiento de la habilidad mental. Con el juego tu bebé incorporará a su cerebro información básica sobre colores, formas, tamaños, y así luego podrá consolidar habilidades motoras que le serán útiles a lo largo de su vida. El juego estimulará su inteligencia, su memoria, su capacidad de concentración y su habilidad para interactuar con otros niños y niñas. Una cuarta razón por la que debes darle al juego toda la importancia, y convertirlo en parte de tu rutina diaria, es el positivo efecto que tiene en el desarrollo del lenguaje. Acciones como el canto, las rondas infantiles, las palmas, los sonidos y los gestos le ayudarán a tu hijo a expresarse, primero a través de balbuceos, y después a articular las primeras sílabas y sonidos de su lenguaje oral.
Existen muchos elementos que puedes usar para jugar con tu bebé, pero en sus primeros meses de vida debes tener cuidado y no utilizar objetos pequeños que puedan generar peligro para él. Recuerda que las cosas con colores le llaman la atención y que, en la medida en que lo estimules, buscará desplazarse y usar sus brazos y manos para agarrarlas.
Utiliza elementos como gimnasios, tapetes sonoros, figuras de colores, pelotas y juguetes de diferentes texturas y formas, Así, tu bebé desarrollará la imaginación, aumentará la capacidad de observación y creará el extraordinario sentido de la curiosidad, que será su aliado para descubrir el mundo. Existen múltiples posibilidades de juegos, asociadas al desarrollo de habilidades puntuales. Algunas estimulan la memoria de tu bebé, la concentración, aprendizaje, mientras que otras contribuyen a mejorar su crecimiento y la salud de su cuerpo. Aquí te dejamos unas cuantas ideas, porque ahora ya aprendiste lo más importante: ¡una mamá Winny siempre se toma el juego en serio!