El embarazo es un periodo de alta sensibilidad, y a pesar de los cuidados tan delicados que
implica, es un estado de plenitud, de ensoñación y de dignos privilegios para ti como madre por ser una portadora de vida. Durante estos 9 meses has estado en el centro de varias fuerzas
hormonales que condicionan tus emociones: por un lado las que te alertan y por el otro las que te dan calma y satisfacción. Y has tenido que aprender a dominar esta tensión, en medio de un sentimiento de ternura y expectativa por el parto.
Es lógico que a muchas mamás, después del parto, les suceda que sienten “volver” a la
cotidianidad. Algo así como cuando se regresa al trabajo o al estudio después de unas largas
vacaciones y esto puede ocasionar una tristeza transitoria durante los primeros días de
maternidad, que se denomina: Tristeza de la maternidad.
¿Por qué se da la tristeza de la maternidad?
Después del nacimiento de tu futuro bebé, tu cuerpo va a experimentar una recuperación
lenta de toda la regulación neuroquímica, que se ha visto alterada por las condiciones del
embarazo. El nivel de estrógenos desciende y los efectos de la prolactina y la oxitocina se
hacen más prominentes, pues de estas hormonas depende la conexión instintiva con tu bebé.
Después de la experiencia de dar a luz, en la que hubo demasiado desfogue de dopamina,
sobre todo si has tenido el parto natural, todo comienza a volver a la normalidad. Por todo ese desgaste energético hormonal, el organismo deberá readaptarse y es normal que experimentes súbitamente la tristeza de la maternidad.
¿Qué hacer para superar esas emociones?
Debes rodearte de personas que te quieran y que estén dispuestas a ayudarte en la crianza de
tu bebé los primeros días o meses, pues generalmente son un poco difíciles. Debes tratar de
descansar lo que más puedas, comer bien y tener paciencia en el proceso de aprendizaje con
tu bebé. Tal vez te tomará un par de semanas o un par de meses, a medida que tu bebito se
adapta a su nuevo mundo y todo toma su ritmo natural, así podrás estar mucho más feliz con tu
nuevo rol. Para evitar el cansancio y la tristeza puedes seguir varias acciones:
● Toma el sol con tu bebé después de su baño.
● Duerme mientras tu bebé también lo hace.
● Despreocúpate un poco por tareas de limpieza y orden que en este momento no son
tan urgentes, como organizar la casa, la ropa, etc. O busca quien se ocupe de estas
actividades.
● Pide ayuda en este momento con lo que necesites. Debes saber que sola no puedes
hacer tantas cosas y tu bebé requiere atención.
● Si te sientes muy agotada o angustiada frente al llanto de tu bebé, llama a alguien para
que lo atienda por un momento mientras se calma.
● Camina con tu bebé en el cochecito.
● Tómate un tiempo para un baño de agua caliente, mientras alguien cuida de tu bebé.
● Date un espacio para cuidarte. Aplícate tu crema favorita, arréglate las uñas o el pelo.
● Hablar con tus amigas y familiares ayuda mucho, porque te permitirá hablar de la
experiencia, desahogarte y sentirte mucho mejor.
● Limita las visitas para que no sean algo extenuante. Define uno o dos días para recibir
visitas, los demás días quédate tranquila asimilando tu proceso.
¿Y qué es la depresión posparto?
La depresión posparto es una enfermedad y no necesariamente aparece inmediatamente
después del parto, sino que poco a poco se van incrementando los síntomas hasta
desarrollarla al cabo de meses. En cambio, cuando se trata de un estado de tristeza, los
síntomas aparecen a los 3 o 5 días después del parto presentándose, sin ninguna razón
aparente.
Estos síntomas alteran marcadamente la calidad de vida, entre los cuales se encuentran:
1. Sentirse triste o deprimida a menudo
2. Llorar o lloriquear con frecuencia.
3. Sentirse inquieta, irritable o ansiosa.
4. Pérdida de interés o del placer en la vida.
5. Pérdida del apetito.
6. Menos energía y motivación para hacer cosas.
7. Dificultad para dormir, que incluye problemas para quedarse dormida o para permanecer
dormida, o dormir más de lo habitual.
8. Sentirse sin ningún valor, desesperanzada o culpable.
9. Aumento o pérdida de peso de origen desconocido.
10. Sentir que la vida no vale la pena.
11. Mostrar poco interés en su bebé.
Los síntomas 1, 2, 3, 5, 6, 7, 8 y 9 también se pueden encontrar en la tristeza de la maternidad,
que es más transitoria y más llevadera, pero hay que preocuparse y tomar las decisiones
oportunas si se presentan además los síntomas 4, 10 y 11, los cuales son más exclusivos de la
depresión. En estos casos se debe tener constantemente la supervisión de un especialista de
la salud mental.
La depresión postparto es una enfermedad más marcada por un trastorno del estado de ánimo,
que se puede presentar en el embarazo por diferentes causas o motivos como:
● Cambios hormonales,
● Antecedentes clínicos personales o familiares de depresión,
● Problemas de pareja,
● Sufrir una pérdida importante,
● Presentar un embarazo de alto riesgo o enfrentar situaciones estresantes
continuamente.
Sin embargo, si tú tienes algunas de estas condiciones, no necesariamente tienes que llegar a
padecer esta enfermedad, pues en gran parte tu propia fortaleza junto con el apoyo familiar y
social que recibas serán la mejor defensa para evitarla.
¿Cuándo hay más riesgo de desarrollar la depresión posparto?
● Si has tenido alguna enfermedad psiquiátrica anteriormente.
● Si eres menor de 20 años.
● Si consumes alguna sustancia que altere el sistema nervioso como alcohol,
alucinógenos, cafeína, nicotina, etc.
● Si no llegaste a planear el embarazo y además tuviste sentimientos dañinos con tu
embarazo.
● Si no has podido superar un evento traumático de mucho impacto durante tu embarazo.
● Si tuviste un circunstancia estresante durante el embarazo o el parto, como por
ejemplo, una enfermedad, muerte o padecimiento de un ser querido, un parto difícil o de
emergencia, un parto prematuro o una anomalía congénita en el bebé.
● Si tienes un familiar cercano que haya experimentado depresión o ansiedad.
● Si tienes problemas económicos graves.
● Si no cuentas con el apoyo suficiente emocional de la familia, los amigos o la pareja.