Poner límites a los niños es una de las herramientas de crianza más importantes. Establecer límites con tu hijo, le permite desarrollar pautas de comportamientos, lo que le permitirá saber cómo debe actuar en diversas situaciones. Es decir, les enseña habilidades de autodisciplina (Morin, 2021).
Y aunque es muy importante que tu hijo pueda aprender a manejar todas sus responsabilidades y saber cómo comportarse, los límites tienen otros beneficios igual de importantes. También pueden hacer que los niños se sientan seguros y queridos por sus padres (Morin, 2021).
Asimismo, ayuda a que los niños se mantengan saludables, aprendan a tolerar la frustración y les facilite la oportunidad de mejorar sus habilidades (Morin, 2021).
Poner límites a tu hijo quizás no sea la tarea más fácil o agradable como madre; no obstante, recuerda que los límites son buenos y necesarios para el desarrollo de tu bebé. Especialmente cuando se hacen con amor y respeto.
Con estas pautas de disciplina positiva, podrás poner límites a tu bebé de una forma correcta. ¡Te invitamos a conocerlos!
Una de las formas de lograr poner límites efectivos es incentivar la comunicación activa con tu hijo. Enséñale a expresar sus opiniones, sentimientos y necesidades de forma respetuosa. ¿Cómo lograrlo? A través del modelamiento. Es decir, hablándole a tu hijo en un tono amable y respetuoso. No necesitas gritar para disciplinar. Usando un tono firme pero amistoso es suficiente (Lee, 2021).
Otra clave importante es que los límites deben ser claros y cortos. Esto significa que debes transmitir a tu bebé cuál es el límite y por qué no debe sobrepasarlo. En otras palabras, tu hijo debe saber qué no puede hacer y por qué. La explicación es esencial para lograr su entendimiento y aceptación, de otra forma, se sentirá como una imposición. Ten en cuenta que esta explicación debes adaptarla a la edad y comprensión de tu hijo. Asimismo, recuerda que las normas, reglas y límites entre más cortas mejor. Así tu bebé las recordará más fácilmente. Por ejemplo, “No muerdas a las personas; les hace daño” (Ruiz, 2021).
Si quieres tener éxito al poner límites, es esencial que no cambies de opinión sobre cuáles son las normas y consecuencias. Por ejemplo, si le dices a tu hijo que no debe ver televisión antes de acostarse y un día eres firme, pero al siguiente no dices nada, le estás dando a entender que las reglas no significan mucho, no es necesario respetarlas y pueden cambiar fácilmente. En este sentido, es importante que solo establezcas límites sobre lo que puedes cumplir hasta el final (Buckloh, 2023; Lee, 2021).
Otra idea para poner límites a tu bebé es darle opciones a la hora de actuar. Esto ayudará a promover comportamientos adecuados y positivos, en lugar de reforzar los comportamientos inadecuados. Por ejemplo, puedes decirle: “no puedes rayar las paredes, pero sí puedes dibujar en estas hojas”. Cada vez que sea posible, proporciónale alternativas. Esto es importante para que no sienta que le estás prohibiendo hacer algo y evitar las conductas disruptivas (Ruiz, 2021).
Por último, es esencial que te llenes de paciencia. No esperes que tu bebé lo entienda de inmediato; es posible que tengas que dar recordatorios amistosos de cuáles son los límites que no debe sobrepasar. Recuerda que la práctica hace al maestro, y los límites, como cualquier otra cosa, pueden necesitar algunos intentos antes de que funcionen (Lee, 2021).
Al poner límites a tu hijo, es natural que pueda haber cierta resistencia al final e incluso aparezca la desobediencia. Esto es normal y hace parte del proceso de aprendizaje y desarrollo. Así que, si no quiere hacer caso, no pienses que lo estás haciendo mal. La desobediencia no tiene que ver tanto con los estilos de crianza, pero sí cómo la abordas (Vélez, 2020).
Para hacerlo, lo primordial es no perder la paciencia ni los nervios, aunque pueda resultar muy complicado. De la misma forma, es esencial que no caigas en una pelea por ver quién puede más. Recuerda que tú eres el adulto. Así, ante una conducta inaceptable por parte de tu hijo, una buena estrategia es situarte a la altura de tu niño y decirle, con un tono suave pero firme, que no estás dispuesta a tolerar esa reacción (Vélez, 202).
Ahora, si quieres evitar estos momentos de tensión al máximo, no esperes a que sucedan para educar. Adopta un enfoque preventivo y comienza a hacerlo desde antes. Aprovecha situaciones externas que presencien juntos para educar sobre el comportamiento que esperas de tu hijo. Por ejemplo, puede ser una escena en una película, un programa infantil, a través de juegos lúdicos o, incluso, en la realidad.
Ahora, recuerda que la desobediencia no nace de la nada. En muchas ocasiones, detrás de estas conductas hay un niño intentando comunicar algo. Por eso, es importante que indagues detrás de sus sentimientos y pensamientos. Si no logras hacerlo y el problema se mantiene, busca ayuda con un profesional de la salud mental. Este te ayudará a descubrir qué le pasa a tu bebé y los guiará en el proceso como familia.
Si quieres aprender de otros temas igual de importantes para ejercer una buena maternidad con tu hijo, te invitamos a leer sobre porteo y cómo practicarlo adecuadamente.
Buckloh, L. (2023). Impartir disciplina a su hijo durante la primera infancia. Neumors. Kids Health.
Lee, K. (2021). How to set healthy boundaries for kids. Verywell family.
Morin, A. (2021). Reasons why it is important to set limits with kids. Verywell family.
Ruiz, L. (2021). ¿Cómo poner límites a los niños?. La Mente es Maravillosa.
Vélez, M. (2020). Niños desobedientes: 5 claves para actuar. La Mente es Maravillosa.
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