Cuidar de tu suelo pélvico en el embarazo, parto y posparto es esencial para prevenir futuras molestias. Aquí te explicamos de qué se trata, dónde está ubicado y por qué es importante mantenerlo saludable; especialmente, durante la gestación y cerca de la fecha probable de parto.
El suelo pélvico hace referencia a un grupo de músculos y ligamentos que se ubican en la parte inferior de la pelvis. Todos juntos forman una especie de "red" que sostiene a los órganos pélvicos; entre estos la vejiga, el útero y los intestinos. Si bien, su función principal es mantenerlos en su lugar, también contribuye a la correcta función de la vejiga y el recto (MedLinePlus, 2021).
A su vez, mantener el suelo de la pelvis saludable es fundamental para prevenir diversas molestias a largo plazo. Cuando esta estructura se encuentra sana y fuerte ayuda a prevenir tanto la incontinencia urinaria como fecal, así como el descenso de los órganos y otras complicaciones propias del postparto.
Ahora bien, el embarazo y el parto pueden debilitar estos músculos así como los ligamentos, ya que durante el embarazo, el útero crece y ejerce presión sobre el suelo de la pelvis. En el parto, los músculos se estiran considerablemente para permitir el paso del bebé. La episiotomía, los desgarros, los partos instrumentales y la cantidad de embarazos también influyen en el debilitamiento del suelo pélvico (Junqueira et al., 2018).
Por todo esto, es esencial cuidar de esta estructura; especialmente, durante esta etapa de la vida, con el fin de prevenir futuras complicaciones.
Otros factores que pueden debilitar el piso pélvico son (Kilpatrick, 2022):
Todas las mujeres necesitan aprender a cuidar de los músculos presentes en el suelo pélvico; en especial, durante el embarazo. Esto puede ayudarles a prevenir la disfunción de esta estructura a la vez que favorece la recuperación en el postparto. Aquí hay algunas recomendaciones básicas para iniciar (NIH, 2015):
Además de los consejos que te hemos compartido es importante comenzar con prácticas para fortalecer los músculos pélvicos. Estos también se conocen con el nombre de ejercicios de Kegel; consisten en contraer y relajar los músculos del suelo pelviano. Para ello debes hacer (Lindberg, 2020):
Para identificar los músculos correctos puedes (Lindberg, 2020):
Puedes iniciar con estos ejercicios apenas te enteres de tu embarazo o incluso, antes de concebir. También es recomendable practicarlos en el postparto y por el resto de tu vida para mantener fuerte el piso pélvico.
Otra práctica recomendada para facilitar el parto es el masaje perineal. Este debe iniciarse 6 semanas antes de la fecha probable de parto y consiste en masajear el periné con los dedos de la mano. Esta técnica puede ayudar a reducir el riesgo de desgarro y otras lesiones recurrentes al momento del parto (Abdelhakim et al., 2020). Por su parte, durante el puerperio puedes complementarlos con los abdominales hipopresivos que trabajan la musculatura profunda del abdomen.
Cuidar del suelo pélvico es esencial para mantener tu calidad de vida; entre otras cosas, te ayuda a prevenir las pérdidas de orina. Sin embargo, es importante que recuerdes que todas las mujeres tenemos necesidades diferentes. Así que, si tienes incomodidad pélvica, sientes que te cuesta contener la orina o los gases no dudes en consultar al obstetra o a tu médico de cabecera. ¡Te invitamos a aprender más sobre el embarazo u otros temas relacionados como el parto y la fecundación in vitro con nosotros!
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