¿Alguna vez has experimentado esa preocupación e impotencia al ver a tu hijo en medio de la noche, agitado y gritando sin razón aparente? Verlo en estado de angustia puede ser abrumador, especialmente cuando no puedes consolarlo ni entender qué está pasando en su mente. En este artículo exploraremos a fondo los terrores nocturnos en niños. Además, te proporcionaremos consejos prácticos sobre cómo manejarlos y prevenirlos en casa. Así, podrás ayudar a tu hijo a dormir más tranquilo y seguro.
Son episodios de miedo intenso que ocurren durante el sueño profundo, principalmente en la primera mitad de la noche. A diferencia de las pesadillas, los niños no suelen despertarse completamente ni recordar el incidente por la mañana. Durante un episodio, es común que el niño parezca confuso, agitado; incluso, grita o llora. Esto puede ser muy desconcertante y angustiante para ti como mamá.
Es crucial distinguir los terrores de las pesadillas debido a sus efectos y características distintivas. Las pesadillas ocurren durante la fase de sueño de movimientos oculares rápidos (REM) y suelen ser recordadas por el niño al despertar y causar ansiedad. En cambio, los episodios nocturnos suceden durante el sueño profundo y pueden manifestarse con comportamientos más intensos y difíciles de consolar, aunque el niño no retenga memoria de lo sucedido (HealthyChildren.org. 2023).
Aquí tienes una descripción detallada de los principales signos que puede presentar tu hijo si padece terrores nocturnos (Medline Plus, 2023):
Comprender estos signos es fundamental para diferenciar los terrores nocturnos de otras perturbaciones del sueño, como las pesadillas o el sonambulismo.
Estos terrores pueden atribuirse a una combinación de factores que afectan el sueño y el estado emocional de tu hijo. A continuación, te presentamos algunas de las posibles causas (Summer, Peters, 2024):
Existe evidencia que sugiere que los terrores pueden tener un componente genético. Si alguno de tus padres o familiares cercanos experimentó estos eventos en la infancia, es posible que tengas mayor predisposición a desarrollarlos. Reconocer esta posible influencia genética puede ayudarte a entender mejor por qué tu hijo podría estar experimentando terrores nocturnos y qué medidas preventivas o de manejo podrías considerar.
Los cambios significativos en la vida de tu hijo, como mudanzas y cambios en la rutina diaria. Además, conflictos familiares o la llegada de un nuevo hermano, pueden desencadenar los terrores nocturnos. El estrés emocional acumulado se manifiesta durante el sueño profundo como episodios de miedo intenso.
Los horarios irregulares de sueño y la falta de una rutina estable de descanso, pueden predisponer a tu hijo a experimentar estos eventos. El cansancio extremo y el sueño insuficiente pueden interferir con la transición adecuada a las diferentes fases del sueño, incluido el sueño profundo donde ocurren los terrores.
En algunos casos, los terrores pueden estar asociados con fiebre alta u otras condiciones médicas que alteran el ciclo normal del sueño. Esto provoca episodios de terror.
Niños que sufren de trastornos del sueño como la apnea del sueño, o problemas respiratorios durante la noche, pueden experimentar terrores como resultado de la interrupción del sueño profundo.
En casos raros, ciertos medicamentos o tratamientos pueden contribuir a la aparición de episodios como efecto secundario. Es importante revisar con un profesional de la salud cualquier medicación que esté tomando tu hijo para determinar si podría estar relacionado con estos episodios.
Reconocer estos posibles factores desencadenantes te ayuda a manejar mejor los terrores nocturnos de tu hijo. Además, puedes buscar estrategias adecuadas como por ejemplo, el uso de cuentos para bebés u otras actividades de relajación, para mejorar la calidad de su sueño.
Es aconsejable buscar ayuda profesional si los episodios de tu hijo ocurren frecuentemente. Además, si interfieren con su descanso regular o parecen estar afectando su bienestar emocional y desarrollo general, un pediatra o especialista en sueño infantil puede evaluar el caso de manera integral. También, te puede ofrecer estrategias específicas para manejar estos episodios de manera efectiva (Medline Plus, 2023).
Existen varias estrategias prácticas que puedes implementar para ayudar a prevenir y manejar los terrores en tu hijo (HealthyChildren.org,2023):
En conclusión, los terrores nocturnos en niños son eventos desconcertantes, pero generalmente inofensivos que pueden estar influenciados por diversos factores. Por lo tanto, al identificar y manejar estos desencadenantes, ayudarás a tu hijo a dormir más tranquilo y seguro.
Para obtener más consejos sobre cómo manejar los terrores y promover un mejor descanso para tu niño, no olvides seguir navegando en nuestra Winnypedia y aprender más.
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