Una de las mejores maneras para lograr que la comida tenga ese toque especial que la hace una experiencia llena de vitalidad y disfrute, tiene que ver con cultivar los alimentos, cosecharlos y comerlos. Y esto será posible durante el mes 32 de tu bebé.
En la actualidad no es necesario contar con un gran espacio para tener una pequeña huerta. Una sola maceta te permite sembrar tomates, pimentones, espinaca o lechuga, y lo mejor es que, en el mercado, puedes encontrar semillitas de diferentes verduras.
Para tu niño será maravilloso abrir los huequitos en la tierra, poner las semillitas en ellos, regar con frecuencia y esperar con paciencia y entusiasmo a que crezcan las plantitas, como se esperan las cosas buenas de la vida.
La sorpresa al ver nacer los nuevos frutos y la alegría de llevarlos a la mesa harán de la comida una experiencia inolvidable, cargada de sentido y, por qué no, de agradecimiento con la tierra que tan generosa nos los ofrece.
El calostro es el primer alimento que debería consumir tu bebé. Puede protegerlo de enfermedades.
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La motricidad fina y gruesa se desarrollan en el bebé, desde antes del nacimiento.