La fecundación es un proceso tan increíble que parece de ciencia ficción. Imagina demasiados espermatozoides viajando como naves con información genética de tu pareja a través de un ambiente demasiado hostil que eliminará todos los más débiles; sólo llegará una nave con información y tendrá que penetrar dificultosamente el óvulo, mediante enzimas que posee para generar esta fusión.
Una vez adentro, la fecundación se produce cuando el contenido genético del espermatozoide se fusiona con el del óvulo, esto con la finalidad de constituir un nuevo individuo que tendrá la mezcla genética de sus dos padres. Esto es muy importante ya que es la base de nuestra evolución y quiere decir que con esta mezcla cada nuevo individuo hereda características nuevas que le ayudarán a subsistir.
Además, en este momento increíble también se determina el sexo de tu bebé, dependiendo de la información que traía el espermatozoide, pues esta información viene en “paquetes” dobles llamados cromosomas y en total son 23 pares. Uno de estos paquetes dobles es el cromosoma sexual; las mujeres poseen dos cromosomas X, los varones poseen uno X y otro Y.
Esta diferencia rige todo el futuro desarrollo sexual de tu bebé. ¡Sencillamente fascinante!
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