Las pezoneras se han popularizado en los últimos años; pero debes estar bien informada antes de tomar la decisión de usarlas o no. Permítenos explicarte todo acerca de esta herramienta para la lactancia materna.
Son cubiertas finas, flexibles y transparentes de silicona. Se colocan sobre el pezón antes de amamantar. Tienen una base que envuelve la areola, y un área en forma de cono para el pezón. Esta área tiene pequeños orificios que permiten que la leche fluya hacia tu bebé. Vienen en diferentes tamaños, para adecuarse al pezón y a la boca del bebé (Cleveland Clinic, 2021).
Para que funcione adecuadamente, debe ajustarse correctamente al seno de la madre y el bebé debe engancharse a toda la areola, no solo a la punta del pezón. Ten en cuenta las siguientes recomendaciones (Chow et al., 2015):
Recuerda que se utilizan para ayudar al bebé a prenderse y succionar. Una vez esté bien establecida la técnica de lactancia materna, se debe retirar las pezoneras poco a poco para que no interfieran con esta. Puesto que, los riesgos van desde que disminuya la producción de leche hasta que haya una alimentación insuficiente; sobre todo, cuando hay poca cantidad, como en la etapa del calostro (Cleveland Clinic, 2021).
Se recomienda en ciertos problemas de la lactancia, si otras opciones no han funcionado. De modo que, se puede usar si se da alguno de los siguientes casos (WebMD, 2021; Cleveland Clinic, 2021):
Si crees que debes usar una, lo ideal es que te asesores con un experto. Hay problemas que se pueden corregir con cambios de postura al amamantar. En todo caso, ten en cuenta (Rodríguez, 2019; Cleveland Clinic, 2021; WebMD, 2021):
Existen opiniones encontradas; sin embargo, la mayoría de las madres deciden dejarlas por comodidad. Son muy difíciles de usar en caso de estar fuera de casa; sobre todo, por la necesidad de asearlas entre cada toma. Por esto, la mayoría recomienda suspender su uso en cuanto el problema se haya resuelto (Cleveland Clinic, 2021).
En definitiva, esta puede ser una herramienta muy útil en caso de presentar problemas con la lactancia. Sin embargo, no deberías utilizarla sin la asesoría de un profesional; mucho menos, emplearla de manera innecesaria. Recuerda que es un objeto más del que tendrás que destetar a tu bebé.
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