¿Tu bebé está creciendo y te preguntas cuándo deberías empezar a darle alimentos sólidos? La alimentación complementaria es un viaje emocionante para tu bebé, lleno de descubrimientos y texturas. Aquí hablamos sobre cuándo iniciar, cuáles alimentos deberían ser los primeros para incluir en su dieta y algunos consejos e ideas para que empieces con el pie derecho.
La transición de la leche materna a los alimentos sólidos es un paso crucial en el desarrollo de tu bebé. A través de la alimentación, recibirá todos los nutrientes que necesita para seguir creciendo y desarrollándose.
Según la OMS (2021), el momento ideal para iniciar la alimentación complementaria es a los 6 meses. Por lo general, a esta edad su sistema digestivo está lo suficientemente desarrollado para procesar diferentes alimentos. Además, el bebé ya ha adquirido algunas habilidades que indican que puede ingerirlos, como sentarse, mantener su cabeza erguida y llevar sus manos a la boca (MedLinePlus, 2021).
Las guías alimentarias (2018) sugieren iniciar con frutas, verduras, cereales, tubérculos y carnes. Es importante que consultes con el médico o el nutricionista antes de ofrecer a tu bebé huevo, pescados, lácteos y mariscos; ya que estos alimentos pueden producir alergias alimentarias.
Sin embargo, lo ideal es que antes de dar a tu bebé cualquier alimento, consultes con el pediatra o el nutricionista. De esta manera garantizas que el bebé reciba todos los nutrientes necesarios y evitas posibles reacciones (Mayo Clinic, 2021).
Te dejamos 5 ideas de alimentos sólidos para incorporar en la dieta de tu bebé, siguiendo las recomendaciones de las guías alimentarias (2018):
Es una excelente fuente de vitaminas, minerales y fibra. Puedes ofrecerle un plátano crudo en papilla, en pequeños trozos o darle una porción para que él lo coma como un helado. También sirve como ingrediente para preparar panqueques o galletas saludables. Es posible combinarlo con otras frutas, con avena o con un poco de yogurt natural.
Aporta fibra, vitaminas y minerales. Este cereal es ideal para elaborar papillas para bebés debido a la consistencia cremosa que obtienes al cocinarla. Puedes prepararla con un poco de leche materna o yogur, y mezclarla con trozos de fruta. Conforme crezca tu bebé, puedes usarla para hacer tortillas rellenas de carnes o algunos postres como tortas.
Posee diferentes nutrientes como la vitamina A y su sabor es bastante delicioso. Es un alimento versátil que puedes integrar en la alimentación complementaria y en las loncheras saludables de los niños más grandes. Puedes ofrecer zanahorias cocidas, picadas en trozos o en palitos finos, en forma de puré o papillas. También puedes usarlas, por ejemplo, para pintar de naranja las arepas y dar un toque de color al plato.
Se trata de una proteína muy fácil de manejar y bastante blanda. Puedes darle a tu bebé pollo desmenuzado, en trocitos o en forma de sopa bien espesa. Conforme vaya creciendo puedes integrarlo en un plato más completo, acompañado de arroz y verduras.
Una fruta deliciosa que aporta fibra y varias vitaminas y minerales. En los primeros meses puedes cocinarla para ablandarla un poco. Puedes servirla en trozos, en forma de papilla e incluso como jugo. Luego, prueba integrarla como parte de un pie, mezclarla con yogur o unos panqueques.
Ya hablamos sobre 5 alimentos sólidos con los que puedes iniciar, pero también debemos mencionar aquellos que debes evitar al preparar el menú infantil. Procura no usar especias, sal y azúcar para cocinar las comidas del bebé. Asimismo, no le des leche entera de vaca o miel. Tampoco le des cosas que representen riesgo de asfixia como nueces, caramelos, uvas enteras o trozos grandes de carne (Mayo Clinic, 2021).
Por otro lado, aquí te dejamos algunos consejos básicos al iniciar con alimentos sólidos (OMS, 2021; Mayo Clinic, 2021; MedLine Plus, 2021):
La introducción de alimentos sólidos es un hito emocionante en la vida de tu bebé. Es una oportunidad para explorar sabores, texturas y fomentar hábitos alimenticios saludables desde una edad temprana. Sin embargo, es esencial que recibas apoyo de un nutricionista para ofrecer a tu hijo los mejores alimentos de acuerdo a sus necesidades.
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