El método BLISS se llama así por las siglas en inglés de Baby-Led Introduction to Solids. En español podría traducirse como «introducción de sólidos guiada por el bebé». Se trata de una estrategia de alimentación complementaria para los niños aplicada una vez cumplen 6 meses (UNICEF, 2023).
Lo que propone es dar sólidos a los bebés, de manera gradual y bajo su guía. Es decir, que los padres no ofrezcan papillas con una cuchara, sino que sea el propio niño el que tome trozos de frutas y verduras para manipularlos e ingerirlos (Nunes et al., 2021).
BLISS es una modificación del método BLW o Baby Led Weaning (destete dirigido por el bebé), diseñado por Gill Rapley en 2008. A través del BLW se propone que el bebé tome los alimentos sólidos con sus manos y coma de manera casi autónoma (Fuentes et al., 2022).
Con el tiempo, surgieron algunas preocupaciones en torno al BLW. Varios expertos comentaron que había riesgo de asfixia con los trozos pequeños y que los bebés no consumían suficiente hierro. Así fue como, en 2015, algunos especialistas propusieron el método BLISS como alternativa (Solano y Rojas, 2023).
Esta modificación del BLW mantiene la esencia de permitir al bebé elegir qué y cuánto comer, pero incorpora algunas instrucciones precisas para abordar las preocupaciones que habían surgido (Fuentes et al., 2022).
Una de las principales características es que cada comida debe ofrecer, al menos, lo siguiente (Solano y Rojas, 2023):
Además, se subraya la importancia de la seguridad alimentaria. Por ejemplo, los trozos ofrecidos al bebé deben ser adecuados en tamaño y textura para prevenir el atragantamiento (Nunes et al., 2021).
Estamos ante una evolución del BLW. Esto significa que se respeta el principio de que el niño sea quien guíe, en este caso, lo que come (Fuentes Alfaro et al., 2022).
También es similar la importancia que se le da a la familia. La idea es que el bebé participe de las comidas de los adultos y del momento alrededor de la mesa desde temprano (Brunner et al., 2019).
No obstante, como había preocupaciones sobre la posibilidad de que el BLW condujera a mayor desnutrición infantil, el método BLISS es más estricto con el menú. Por eso, hay una estructura basada en frutas, verduras, hierro y alimentos con muchas calorías (Solano y Rojas, 2023).
A la par, el BLISS se diferencia de los otros métodos en que prioriza la seguridad al comer. Aquí es fundamental que el tamaño de los trozos no favorezca el atragantamiento y que la supervisión del adulto sea constante (Brunner et al., 2019).
Finalmente, respecto a otros métodos, es notorio que en el BLISS los padres no usan una cuchara para que su hijo coma. Al contrario, se da rienda suelta al niño para que apriete la comida, se lleve las manos a la boca y decida qué quiere y qué no (Nunes et al., 2021).
El método BLISS tiene algunas ventajas para tu bebé, como las siguientes (Castillo et al., 2022; Pascual, 2021):
El método BLISS también tiene algunas ventajas para ti. Te contamos cuáles (Castillo et al., 2022; Pascual, 2021):
Poner en marcha este método con tu hijo no es difícil. La primera recomendación es que esperes a que tenga 6 meses. Esa es la edad a partir de la cual se puede iniciar la alimentación complementaria con sólidos y con papillas para bebés. Antes, lo ideal es que solo haya lactancia materna (UNICEF, 2023).
Si se cumple ese requisito, sigue estos consejos para aplicar el método BLISS (Fuentes-Alfaro et al., 2022; NHS, 2022):
Consulta con un nutricionista infantil si te interesa el método BLISS. Con un profesional puedes recibir orientación más precisa sobre qué alimentos ofrecer y cómo garantizar una dieta equilibrada para tu bebé.
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