El flujo vaginal es un indicativo importante de la salud y el equilibrio de una de las zonas más delicadas e importantes de tu cuerpo. Antes del embarazo tu flujo podía ser inodoro y blanquecino, pero ahora que te acercas a la fecha del parto parece que aumenta, cambia de consistencia y se vuelve un poco más mucoso o gelatinoso.
Las infecciones por tricomonas se pueden manifestar a través de flujos de color verde o amarillo y de olores fuertes, también puede que tu flujo este acompañado de un poco de sangre, no debes alarmarte, sino comunicárselo a tu médico.
En los partos prematuros se inician con flujos pardos o con un flujo sanguinolento, es decir, acompañado de pequeñas vetas de sangre. Es bastante importante que estés consciente del estado actual de tu flujo y no dudes en comunicarle al doctor cualquier cambio.
Resulta importante mantener una higiene adecuada durante todo el embarazo, evitar productos perfumados y fuertes que alteran el pH normal del canal vaginal. Evita, así mismo, las duchas vaginales y las prendas demasiado ajustadas.
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