La piel de tu bebé es fina y delicada. Esto significa que tiene más riesgo de sufrir irritaciones y alergias. Por eso, existen jabones para bebés que están diseñados con ingredientes especiales.
Los jabones para la piel del recién nacido, por ejemplo, son libres de químicos potentes, como los sulfatos o los parabenos. Al contrario, se fabrican con ingredientes hipoalergénicos y seguros, que no causan efectos adversos a largo plazo (Caraballo, 2022).
Si tienes dudas sobre cuáles son las mejores opciones para cuidar a tu hijo, aquí te presentamos una guía completa. Descubre qué sustancias debes evitar y cuáles buscar para darle lo mejor a tu bebé.
Ingredientes a evitar en los jabones para bebés
Las siguientes son sustancias que no deberían estar presentes en los jabones que uses para el baño de tu bebé (Sinrich, 2022):
- Parabenos: son unos conservantes comunes en los cosméticos. Sin embargo, pueden actuar como disruptores hormonales y causar problemas de desarrollo.
- Perfumes sintéticos: el sarpullido en bebés y las irritaciones de la piel por las fragancias son bastante comunes. Lamentablemente, no siempre están detallados en las etiquetas.
- Formaldehído: a veces se usa en los jabones como conservante. Se asocia con problemas respiratorios.
- Ftalatos: se usan en la industria de los cosméticos para darle más durabilidad a los productos. Sin embargo, también alteran el equilibrio hormonal.
- Sulfatos: son detergentes irritantes, por lo que su contacto con la piel y los ojos ocasiona sequedad.
- Trietanolamina: es la responsable de la espuma que forman algunos jabones para bebés que no serían recomendados.
- Alcohol bencílico: es un solvente con un poco de perfume suave. Puede ocasionar irritación en la piel y en los ojos.
¿Qué tipos de jabones para bebés elegir?
Hay algunas características generales que deberían cumplir los jabones para incluirlos en el baño del recién nacido y de los bebés más grandes. Son las siguientes (Caraballo, 2022; Fonseca, 2024):
- Hipoalergénicos: lo deben decir en su etiqueta. Quiere decir que están formulados para minimizar el riesgo de alergias e irritaciones.
- pH neutro: siempre se recomiendan con esta cualidad, sobre todo en bebés con pañalitis. El pH neutro mantiene el equilibrio natural de la piel y previene irritaciones.
- Biodegradables: cada vez son más fáciles de conseguir. Se trata de jabones para bebés con ingredientes de origen natural que, además, son amigables con el medio ambiente.
- Humectantes: la piel de tu bebé se reseca con facilidad y rapidez, y es por ello por lo que necesitas incluir en la rutina de baño productos que aporten una dosis de humedad. Los jabones con avena cumplen funciones hidratantes y previenen la sequedad.
Elige según el tipo de piel

Para la mayoría de los bebés, los jabones con pH neutro e hipoalergénicos serán suficientes. No obstante, no todos los bebés tienen el mismo tipo de piel. Por eso, deberíamos elegir el jabón que mejor se adapte a la situación de nuestro hijo (Caraballo, 2022).
Además de considerar las características que mencionamos antes, aplica lo siguiente (Mommy Pure, 2021):
- Si tu bebé tiene una piel que tiende a irritarse fácilmente, busca jabones líquidos en lugar de sólidos. Son menos abrasivos y se disuelven completamente en agua, lo que reduce el riesgo de que queden residuos en la piel.
- Para bebés con piel muy seca o eczema, se deben elegir jabones emolientes. Lo suelen indicar en la etiqueta y entre sus ingredientes incluyen más sustancias hidratantes.
- En el caso de que tu hijo sufra alergia o dermatitis a repetición, tendrás que recurrir a jabones para bebés específicos para pieles atópicas. En este caso, deberías consultar con el pediatra para que te recomiende el adecuado.
- La piel grasa es menos común en bebés, pero puede presentarse. Si sucede, es mejor elegir fórmulas líquidas.
Opciones para situaciones especiales
Hay situaciones especiales en la piel que ameritan jabones para bebés muy específicos. También, hay circunstancias en las que no se debería aplicar ningún jabón, al menos por un tiempo. No estamos hablando de marcas de nacimiento ni de lunares, sino de lo siguiente (Cleveland Clinic, 2022):
- Costra láctea: no deberías lavar la cabeza con jabón. Usa un champú formulado para la dermatitis seborreica. Puedes añadir aceite de coco o vaselina en el cuero cabelludo para ablandar las escamas.
- Dermatitis del pañal: el jabón no debe tener ninguna fragancia y sí tener un pH neutro certificado en su etiqueta. Después de limpiar, hay que añadir una crema a base de óxido de zinc o lanolina.
- Alergia conocida: más allá de las pieles alérgicas y reactivas, hay bebés que padecen una sensibilidad puntual a algunas sustancias casi desde su nacimiento. Debido a que es posible que desarrollen alergia también a los productos cosméticos, se recomiendan pruebas previas a la introducción de un nuevo jabón. Antes de usar un producto por primera vez, realiza una prueba de parche en una pequeña área de su piel para asegurarte de que no le cause irritación.
¿Cómo incorporar los jabones para bebés en la rutina de baño?
El baño es un momento relajante y una parte importante en la rutina de tu hijo. Incluso, cuando hay situaciones que no son habituales, como la gripa en bebés.
Si ya elegiste entre los jabones para bebés, ese que es el ideal para tu hijo, solo resta bañarlo de forma segura. Mantén el momento breve, de menos cinco minutos y aplica una pequeña cantidad del jabón en una esponja o directamente en tus manos. Luego, limpia suavemente las áreas de su cuerpo, con especial atención en los pliegues de las axilas, el cuello y la zona del pañal (Mayo Clinic, 2022).
No es necesario bañar a tu bebé todos los días. Con dos o tres veces por semana es suficiente. A pesar de que uses los jabones recomendados, la repetición en exceso lo irritará de todos modos (Mayo Clinic, 2022).
Así como el contacto piel con piel es una forma cariñosa de cuidarlo, elegir los jabones para bebés adecuados también es protegerlo. Y si tienes dudas sobre qué ingredientes son mejores, puedes consultarlo con tu pediatra.