La amniocentesis es una técnica invasiva de diagnóstico prenatal, que solo se usa cuando el médico considera que tu embarazo puede tener factores de riesgo que lo predispongan a alguna anormalidad del desarrollo, y por consiguiente se justifican los riesgos que implica esta prueba.
Consiste en un procedimiento en el que un médico, guiado por ultrasonido, inserta una aguja muy delicada y larga hasta la cavidad amniótica a través del abdomen de la madre. La finalidad es extraer un poco del líquido donde está flotando el bebé. La prueba representa cierto riesgo para el bebé y se calcula que, en menos del 1% de los casos, existe pérdida del feto.
Con la muestra del líquido se realizan estudios de tipo genético y molecular, en los que se detectan desde los cromosomas de tu bebé hasta la presencia o ausencia de ciertas proteínas específicas, lo cual es indicativo de una importante lista de anormalidades congénitas.
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