Las anomalías congénitas inducidas son responsables de daños graves para el desarrollo de tu bebé, han recibido el nombre de teratógenos, que son sustancias o condiciones específicas identificadas como agentes inductores de diferentes anomalías.
Y como su nombre lo dice, son inducidas por agentes externos que desafortunadamente las mujeres consumen o están expuestas a ellos, sin saber que son altamente dañinos.
El momento de mayor sensibilidad de tu bebé está en el periodo embrionario, que es la etapa en donde todos los sistemas están formando sus cimientos, por consiguiente, cualquier sustancia nociva repercutirá más adelante. Para ser más exactos, se calcula que desde el comienzo de la semana 3 hasta la semana 6 el riesgo está en su pico máximo, decrece hasta la semana 8, pero sigue existiendo un riesgo considerable, y después disminuye significativamente en el periodo fetal hasta el nacimiento.
Estas sustancias dañinas pueden ser de diferentes tipos: de tipo infeccioso, como la varicela, el VIH, sífilis, toxoplasmosis, rubéola, citomegalovirus; agentes físicos como los rayos X; agentes químicos como el alcohol, la cocaína, anfetaminas, talidomida, ácido valpróico, litio, mercurio, plomo; y también pueden ser de origen hormonal, como la diabetes materna, la obesidad o andrógenos, que masculinizarían al feto femenino.
Lo importante es que no te alarmes y consultes con tu médico de cabecera si sospechas de algún alimento o sustancia que pueda afectar el desarrollo óptimo de tu embarazo.
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