Siguiendo con el tema de este mes 25 de tu bebé, pero que puede extenderse a otros meses, a continuación encontrarás algunos consejos para acompañarlo en esta importante conquista.
Si ya has observado que tu bebé da pistas de que está preparado para controlar esfínteres, asunto que hemos tratado con detalle en este artículo, puedes empezar a familiarizarlo con la bacinilla o con la pequeña rosca que se consigue en el mercado para que así, al sentarse en la taza del sanitario, sea una experiencia cómoda. Puedes compararla con él y ensayar a sentarse con ropita contándole que es en ese lugar que va a empezar a hacer el popó y el pipí.
Algunos padres le muestran a sus hijos la manera como ellos mismos hacen uso de la taza, cuando hay hermanitos más grandes suelen pedirle el favor de mostrarle al niño cómo se usa.
Es muy probable que los niños después de diez o quince minutos después de comer tengan ganas de hacer popó, de modo que se le puede invitar luego de ingerir sus alimentos a sentarse un ratito en la bacinilla o en la taza, sin esperar que el milagro acontezca de repente, sabiendo que tomará tiempo y teniendo en cuenta que obligarlo a permanecer hasta que haga popó puede hacer que la experiencia se torne muy angustiosa.
Cuando tu niño lo logre es importante felicitarlo pero de manera moderada para que cuando no lo logre no lo viva como un doloroso fracaso.
“Otra estrategia común es pedirle que te acompañe a botar el popó en el sanitario después de hacerlo en el pañal y que empuje la manija para soltar, esto lo familiariza con la despedida de su popó y la comprensión de que no pasa nada malo.”
Algunas madres dejan a sus niños sin pañalito y pacientemente limpian los charquitos que dejan a su paso. Esta práctica también es efectiva porque le permite a los niños hacer conciencia de que el hacer pipí o popó, requiere de un adulto muy pendiente y también de tiempo.
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