La experiencia del baño, será para tu bebé de 4 meses una experiencia en dónde dejará florecer en tu bebé todo el espíritu científico y artístico que lo acompaña. Si durante la agitada semana, no es posible dedicar un rato más largo a este momento, intenta que durante los fines de semana, el baño sea un momento intenso y feliz.
Las florecitas de manzanilla (amamelis) calman y protegen su piel, si dejas unas cuantas flotando en el agua, además de rica y relajante se tornará hermosa.
El agua de manzanas y también de lechuga, ayuda a que tu bebé concilie el sueño después del baño. Es inevitable que tu bebé le dé su probadita, la de manzanas ¡sabe rico!.
Si sostienes bien a tu bebé de 4 meses, al mover sus piernitas descubrirá que el agua también se mueve y hace ruido, de aquí en adelante el baño será colectivo, pero él sabrá que su movimiento produce cambios sobre aquello que le rodea, ¡esto es ciencia pura!
La temperatura del agua, fría o tibia, será por ejemplo, similar a tu cuerpo, a su tetero, es decir que tu bebé emprende más pruebas “científicas” a tu lado.
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