Aunque normalmente seas de esas personas que siente con facilidad el frío y que necesita estar constantemente abrigada, es probable que comiences a experimentar oleadas de calor en el embarazo, conocidas también como sofocos. Estos episodios pueden hacerte sudar intensamente y provocar incomodidad. Si estás experimentando este síntoma, te invitamos a seguir leyendo.
En este artículo, te explicaremos la causa de estos episodios de calor y te daremos consejos sobre cómo refrescarte.
Los sofocos durante la gestación son episodios de calor repentino que puedes sentir en la cabeza, el cuello y el pecho. Ocurren independientemente de la temperatura ambiental, aunque son más frecuentes durante los días calurosos. Su duración varía desde pocos segundos hasta varios minutos, durante los cuales es probable que te sientas muy acalorada, tu piel se enrojezca como si estuvieras asoleándote y que sudes como si estuvieras en una sauna (Campos et al., 2022).
Los episodios de calor en el embarazo pueden ocurrir en cualquier momento, ya sea de día o de noche (sofocos nocturnos). Estos últimos pueden interrumpir tu descanso, haciendo que incluso tengas que levantarte para refrescarte (Campos et al., 2022).
Una vez pasado el episodio de calor, es probable que te sientas fresca, e incluso sientas frío, ya que has eliminado una buena parte del calor corporal (Urang, 2021).
Los sofocos pueden aparecer en cualquier momento de la gestación, pero las causas varían dependiendo de la etapa del embarazo. Por ello, dividiremos las causas en sofocos del primer trimestre, y sofocos del segundo y tercer trimestre.
Durante los primeros 3 meses de gestación, los sofocos, como muchos otros síntomas del embarazo, se deben a los cambios hormonales. En esta etapa, hay un aumento significativo de la progesterona, una hormona que eleva la temperatura y retiene el calor corporal. Esto hará que tu temperatura aumente durante este periodo (Campos et al., 2022).
De hecho, algunas mujeres pueden sospechar que están embarazadas al experimentar oleadas de calor que antes no sentían (Gutiérrez, 2022).
A medida que tu embarazo avanza, es probable que percibas estas oleadas de calor con mayor frecuencia. Esto se debe a que tu cuerpo comienza a experimentar numerosos cambios físicos y metabólicos que aumentan la susceptibilidad al calor, como los siguientes (Campos et al., 2022; Iftikhar, 2019):
Incluso tu bebé puede contribuir a que tengas más oleadas de calor en el embarazo. Esto se debe a que él mismo produce calor, el cual te comparte (Iftikhar, 2019).
La combinación de estos factores puede hacer que sientas más calor de lo normal, e incluso, una sensación de ahogo en las últimas semanas de gestación (Campos et al., 2022).
Los sofocos en el embarazo pueden ser un síntoma molesto, pero afortunadamente hay varias estrategias que puedes adoptar para aliviarlo y mantenerte fresca. Aquí te ofrecemos una lista de medidas prácticas que puedes implementar (Campos et al., 2022; Iftikhar, 2019):
Es importante que evites a toda costa la deshidratación, la cual puede intensificar la sensación de calor y provocar síntomas como el dolor de cabeza en el embarazo.
Las siguientes precauciones te ayudarán a mantener una temperatura corporal confortable y a prevenir los episodios de sofocos (Campos et al., 2022; Iftikhar, 2019):
El calor en el embarazo es un síntoma normal y, en principio, no tiene efectos negativos para el bebé; sin embargo, es importante que monitorices tu temperatura corporal.
Si tu temperatura asciende por encima de los 37,5-37,7 °C, es recomendable que acudas con tu médico. Evalúa si hay alguna infección que esté produciendo fiebre (Campos et al., 2022).
Si la temperatura supera los 39 °C, debes acudir a urgencias, ya que esto podría indicar un golpe de calor o una infección que requiere atención inmediata.
Como ves, el calor en el embarazo es uno de los muchos síntomas con los que tendrás que lidiar durante esta etapa de tu vida. Aunque manejar los sofocos puede ser un desafío, adoptar estas estrategias puede ayudarte a sentirte más cómoda; y con ello disfrutar de la maternidad. Recuerda siempre escuchar a tu cuerpo y buscar ayuda médica si es necesario para mantener un embarazo saludable.
Si piensas en un parto en casa, lo más importante será brindarle máxima seguridad a tu bebé.
¿Sabías que mantener buenas amistades en el embarazo es beneficioso para ti y tu bebé?