Desde la semana 25 de tu embarazo, el sistema respiratorio estará construyendo las avenidas para que transite el aire que en el futuro intercambiarán en los pulmones los gases esenciales de la vida.
En este proceso hay algo particular: la parte funcional, el lugar donde verdaderamente se hace el intercambio gaseoso, no ha sido creada aún. Esa parte son estructuras diminutas conocidas como alvéolos y aún faltan unas semanas para que empiecen su creación, estás son las que darán el toque final a los pulmones de tu bebé. ¡Qué increíble proceso resulta el poder lograr activar poco a poco y por pasos este sistema tan vital!
La semana 25 de embarazo no es la excepción a la presión ejercida por el útero, por lo que te recordamos ciertos consejos anteriores: Por ahora, hacer ejercicio no está contraindicado, exceptuando obviamente los esfuerzos extremos o los deportes que representen cualquier riesgo físico.
El ejercicio ayuda a que todos los ligamentos y músculos de tu cuerpo estén en mejor condición para afrontar el estiramiento extra que aún queda por delante. Además, al hacerlo recuerda que libera una sustancia que te hace sentir relajada y feliz. Por otra parte, debes acordarte también de la calidad y cantidad de las comidas, pues el útero presiona todo dentro de tu cuerpo y junto a la acción de las hormonas, el reflujo estomacal o la acidez pueden volver.
Así que tú, como siempre, debes actuar proactivamente, con comidas pequeñas, poco condimentadas y de gran calidad nutricional para tu bebé.
El sistema respiratorio de tu bebé está finalizando una de las etapas de su desarrollo, donde se han estado formando los canales para el paso del aire; en breve iniciará la etapa final del desarrollo respiratorio.
Las posiciones que adoptes por mucho tiempo te lastimarán debido a la presión que se acumulará en un solo sitio. Con un calzado adecuado, ropa holgada y una posición corporal cambiante, pero cómoda y relajada, podrás sortear los obstáculos del útero en crecimiento.
Mucha información nueva y tantos cambios en tu vida, te pueden hacer sentir un poco olvidadiza o confusa. Esto es relativamente común entre algunas madres y puedes aprender un poco más al respecto a continuación.
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