En la semana 29 de embarazo tu bebé continúa en su proceso de crecimiento, su longitud total desde su nueva y redonda cabeza hasta la punta de sus talones está rondando los 38 centímetros y el peso total puede ser calculado en aproximadamente un poco más de dos libras y media.
Este crecimiento resulta vital para la supervivencia del bebé, ya que una vez llegue a este mundo será exigido en todos los aspectos, lo cual pone de manifiesto nuevamente la importancia de tu alimentación. El ácido fólico debe seguir siendo consumido en la cantidad que tu doctor te recomiende, las proteínas y vitaminas deben ser aportadas en suficientes cantidades para el adecuado desarrollo muscular, el hierro y el calcio te pueden dar la seguridad de un adecuado control en la osificación y crecimiento general de tu hijo.
Aunque anteriormente te has dado cuenta que tu bebé es ya una criatura capaz de tener reflejos y de responder con su posición respecto a estímulos externos, es hacia la semana 29 de tu embarazo que muchos médicos aseguran que los ojos del bebé empiezan a reconocer los focos luminosos, pero no están en la capacidad de reconocer colores ni mucho menos forma. La visión es un proceso de integración sumamente complejo y el cerebro de tu bebé está trabajando intensamente en llevar esta función a término.
En la semana 29 de tu embarazo es común que las concentraciones hormonales empiezan a fluctuar un poco de nuevo. Esto repercutirá en el crecimiento adecuado de tu bebé, pero también en la calidad, cantidad y diversidad de síntomas que vas a experimentar en esta recta casi final del embarazo.
Tus muy reconocidos síntomas asociados a la presión del útero cada vez pueden estar más pronunciados. No te olvides que son más de dos libras y media de peso extra que representa solo tu bebé; entiende un poco a tu organismo y dale un cuidado especial.
En algunas ocasiones el estreñimiento y la acumulación excesiva de gas son quejas frecuentes de las madres en embarazo. Estos síntomas suelen asociarse con la posible presencia de las hemorroides.
Nunca olvides cómo las acciones proactivas en tu alimentación repercuten positivamente en la evolución de tus síntomas. Si sabes que te puedes inflar de gas con facilidad y que tu tránsito intestinal es ahora un poco lento, entonces aliméntate en porciones pequeñas, con alimentos nutritivos ricos en fibra y bajos en condimentos.
El flujo hormonal del embarazo empieza una última travesía hasta las últimas semanas; afróntalo, ya eres una experta en el tema.
A tu bebé le cuesta un poco poner de acuerdo todos sus sistemas para que trabajen por primera vez, así que ayúdalo estimulándolo positivamente. Si tú estás tranquila, en un ambiente de luz cálida, con música relajante y algún aperitivo delicioso, seguramente tu bebé estará acorde a tu estado de ánimo.
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