Tu bebé ha puesto a prueba el caminar durante estos últimos meses, los múltiples terrenos que ha conquistado han fortalecido su confianza y han inaugurado nuevos y apasionantes retos.
En el mes 23 de tu bebé, uno de los retos más apetecidos tiene que ver con subir y bajar escaleras de pie y no gateando como posiblemente lo había hecho hasta este momento el tuyo.
Es importante que asumas esta pasión de tu bebé con serenidad y que siempre estés para ayudarle y supervisar.
En el mes 23 de tu bebé, el subir escaleras le permite pensar en el movimiento de su cuerpo de una manera novedosa, la coordinación que exige llevar una pierna al escalón mientras el cuerpo se soporta en el escalón inferior es una tarea compleja, además buscar el equilibrio a través del sostén que ofrece una mano o una baranda es muy diferente al equilibrio que se logra cuando tiene los pies en un mismo nivel.
“Las novedades permiten a los niños encontrar nuevas soluciones, en términos de su conocimiento, los logros en estas primeras etapas de su desarrollo estarán movilizados en gran medida por experiencias corporales.”
En este mes podrías invitar a tu bebé a seguir jugando con su cuerpo en el perfeccionamiento de su equilibrio. ¡Qué tal si empiezan a ensayar como acróbatas de circo unas deliciosas volteretas!. La madurez que ha alcanzado a nivel motor lo han hecho hábil y podrá alcanzar este objetivo.
La señal más clara que te permite saber que tu bebé está preparado para realizar volteretas hacia adelante, es que puede caminar fluidamente cuando lleva objetos en las manos. Es probable que se haya venido preparando de manera natural para alcanzar las volteretas; como el hecho de rodar sobre su propio cuerpo, cuál si fuera un gran tronco sin detenerse, también cuando se agacha para ver el mundo al revés.
Puede que hayas ayudado a hacer el ejercicio de las volteretas hacia adelante desde que tu bebé era pequeño, de este modo su cerebro se acostumbra a recuperar su orientación mientras los pies estaban por encima de su cabeza, también algunos niños pudieron vivir la sensación de girar sobre su propio eje.
“Cuando tu niño es ya un caminador, al agachar la cabeza y meterlas entre las piernas, rotando su cabeza de adelante para atrás, estará intentando dar volteretas, pero con tu ayuda le resultará más sencillo y seguro.”
Es probable que en tu vida adulta un espectáculo tan maravilloso hubiese perdido su encanto, y que este sea el momento de recordar tu infancia disfrutando como de tu cuerpo como antes.
Así que juega con tu bebé y ¡piernas arriba!
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