En el mes 33, ya próximo a los tres años, tu bebé tiene posibilidades de interactuar en lugares y con personas diversas. Es así como sus oportunidades de comunicación se enriquecen.
Ahora está avanzando en el conocimiento del lenguaje, en estos diferentes contextos es invitado a expresarse con mayor efectividad, reconocer los deseos, las intenciones propias y las de los otros.
El lenguaje está acompañando a tu bebé en todas las actividades de la vida cotidiana; estará presente al jugar, indagar y experimentar.
“Mientras juega, es posible que le escuches hacer comentarios que acompañan su juego. También es usual escuchar cómo inventan y recrean voces para sus muñequitos.”
A través del lenguaje también construye la posibilidad de controlar su conducta, como cuando es capaz de calmarse porque le dices que “Todo está bien”, pero también logra controlar sus emociones y conseguir su objetivo cuando, en vez de golpear a un niño que lo molesta, puede decirle “no más”.
Hay un aspecto de su manera de hablar, que es importante que guardes en tu corazón por su belleza, y porque pronto puede desvanecerse, y es que tu hijo ya conoce muchas de las reglas que regulan su lengua, pero aún no comprende las excepciones, entonces registrarás el dulce sabor de su “no cabo” en lugar de no quepo, “no sabo” en lugar de no sé, “la agua” por “el agua”.
Es justo hacia el mes 33 de tu bebé, en el que le puedes invitar a hablar de sus gustos y construir juntos, un primer cuento que recoja toda la gama de maravillas que ha tenido la vida para él/ella; “me gusta el agua de la bañera, mi osito de peluche, el pastel de chocolate”.
Para que este mundo de los libros cobre magia, es importante que le invites a seguir la ruta encantada de la literatura. Una posibilidad es compartir libros con ilustraciones vistosas, puedes empezar por contarle la historia permitiendo que él siga las imágenes que cuentas.
Existen también pequeñas historias que, sin tener ilustraciones que las acompañen, por su sencillez, belleza y claridad son atractivas para tu niño, si puedes aprendértelas y contárselas animando con gestos todo lo que narras, estará encantado y descubrirá que en los cuentos se esconde un mundo que vale la pena conocer y sentir.
No es necesario cambiar de historia con frecuencia, descubrirás que es tanto el encanto que encierra cada cuento, que tu bebé querrá escucharlo una y otra vez, pues cada vez que lo cuentas, encontrará algo nuevo que imaginar y disfrutar. No te preocupes por su insistencia en la repetición, tu niño cada vez escuchará algo nuevo, y en lo que se repite encuentra la seguridad que dan los mundos conocidos para aventurarse a explorar.
En esta época es muy posible que quienes habitan en las ciudades cuenten con bibliotecas públicas. En los pueblos existen casas de la cultura, que en su interior poseen bellísimas colecciones de literatura para niños, es más, muchos profesionales trabajan en estos espacios acompañando a los niños para que su aproximación a los libros sea, además de placentera, muy enriquecedora.
Aproximar a tu hijo a estos escenarios públicos le permite hacer uso de uno de sus derechos más preciados y le hace parte de la vida cultural de su ciudad o población.
En este sentido, la literatura, además de ampliar el conocimiento sobre el mundo, sobre los otros y sobre sí mismo, le permite sentirse desde muy pequeño como partícipe de su región, como digno representante y ciudadano de “Mi Mundo Winny”.
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